¡Debo admitir que me encanta el olor a ajo! También su gusto y la manera que acompañar a una buena carne al horno o una salsa roja para las pastas. Claro que el olor a ajo en las manos al momento de una reunión importante o visitando un cliente ya no me gusta tanto, y ahí es donde empieza la lucha entre este perdurable e intenso aroma y mi voluntad de sacarlo de mis manos.
Hace un par de años recorriendo las calles de Copenhague me topé con un local que vendía artículos para cocineros y encontré con un jabón metálico que prometía sacar el olor a ajo de las manos, el problema era que con esa promesa también estaba la de dejar mi billetera vacía ya que costaba unos 60 Euros, por lo que quedo en los anaqueles del negocio y yo tuve que esperar hasta el año pasado para comprarlo, por suerte bastante más barato en una tienda especializada en Belo Horizonte.
El resultado es asombroso, uno lava sus manos solo con agua frotándose el jabón metálico por todos lados y el olor (como por arte de magia) se va. Pero como no creo en la magia (de hecho creo que el único acto de magia real que hizo David Cooperfield en su vida fue salir con Claudia Schiffer) me puse a investigar un poco que es lo que pasaba en las manos cuando frotábamos ese jabón “mágico”.
Lo que descubrí (como me lo imaginaba) no había nada de mágico pero si había algo de engaño, ya que el jabón metálico se trata simplemente de una barra de acero inoxidable, por lo que los 60 Euros más que magia eran un robo.
La cosa es que el acero inoxidable tiene una ligera capa de cromo que lo recubre, el cual aparentemente (no hay prueba científica irrefutable aún) reacciona con el azufre causante del olor en el ajo y lo despega de la mano a la vez que el hierro despega en forma mecánica la casi invisible capa de grasa que recubre nuestras manos donde se depositan las moléculas causantes del olor.
Entonces toda esta explicación es para contarles que no hace falta que compren ningún jabón anti ajo metálico, simplemente , para sacar el olor a ajo de las manos, lávense con abundante agua mientras se frotan con cualquier elemento de acero inoxidable que tengan a mano, una cuchara, un cucharón o hasta la misma canilla de la cocina y listo!
Si después de este proceso aún sienten olor en sus manos acá les dejo un par de tips extras:
Pasa por tus manos granos de café
Espolvorea bicarbonato de sodio en tus manos
Lávate las manos con un poco de enjuague bucal